PARADIGMA SOCIAL DE MARX.

Vivimos en una sociedad de la cual no podemos desprendernos y pensar por nuestra propia conciencia, todo lo que creemos se nos fue dicho y seguimos los mismos pensamientos sin siquiera cuestionarlos. ¿Alguna vez lo has hecho?...

El paradigma de Marx nos menciona que los individuos tienen conciencia de clase, el hombre sabe cuál es su lugar, a donde pertenece y de acuerdo a eso, puede darle seguimiento o cambiarlo. Podemos ejemplificarlo con una persona que proviene de una familia que no es pobre pero tampoco es rica, si a esta persona no le importa pertenecer a la clase “media” es probable que no piense en una superación personal y la ideología se transmitirá a generaciones futuras, pero si esta persona piensa que puede aspirar a una vida mejor, puede conseguir y lograr sus metas, es probable que transforme el tipo de clase que tenía con anterioridad, aunque todo depende de la persona, se trata más de superación personal y transmisión de ideologías a través de los tiempos.

¿Por qué el hombre no es capaz de contrariar ideas ajenas?, aceptemos o no el concepto de “ideas ajenas” es y seguirá siendo de esta forma, no importa si unos cuantos logran contrariar, el cambio no se ve y no se verá hasta que todos lo hagan, aunque a la vez es imposible. Estamos enajenados a pensar por nuestra propia cuenta, no importa si decimos que creemos en las cosas que captamos por nuestros sentidos, que creemos en la ciencia porque es verdadera, a fin de cuentas estamos creyendo en algo que alguien más ya dijo.

Todo lo que se encuentra a nuestro alrededor carece de significado, es por eso que el hombre ha sentido la necesidad de darle un significado para que este todo que nos rodea posea sentido de existencia. Como la siguiente frase: “Lo que aún no existe ha tenido un hijo: se llama el hombre. El hombre existe para que puede existir lo que aún no existe” (El psicoanalista y el artista, Daniel E. Schneider).

La interacción social no es más que el intercambio de información entre emisor y receptor, cuando platicamos con alguien, nosotros le damos nuestro propio significado de lo que estamos escuchando y viceversa, la forma en la que se nos transmiten las cosas e incluso los gestos de la cara y ademanes, conforme a esto, nosotros nos adaptamos y actuamos de cierta forma o similar para darle coherencia a la conversación

Todo lo antes mencionado no es más que la representación y visualización de las reglas y normas que nos rigen, personas sumisas incapaces de pensar por su propia cuenta, preocupados por lo que los demás piensen de nosotros, asustados por ser rechazados y no pertenecer a un grupo social, de ser llamados inadaptados, ahora yo te pregunto: ¿Prefieres hacer y pensar por tu propia cuenta o prefieres seguir viviendo en ideas ajenas?


Laura Martell. Pedagogía. 2 semestre. Sociología de la educación. UCAP.