Llevas caminando por un pasadizo desde que
tienes uso de memoria, sigues en él aunque muchos ya han recorrido más sendero
que tú, a pesar de que algunos otros se han quedado en el trayecto y aún y
cuando muchas veces no sabes hacia donde te lleva tu recorrer. Sigues transitando cruzando intersecciones
que te van dando experiencia en el andar, con el devenir vas comprendiendo que
ese camino que recorres no ha sido construído por ti, si acaso sólo puedes
decidir por ti mismo como sobrellevarlo pero puedes hacer poco o nada por
cambiarlo, has pensado en buscar ayuda en los demás andantes pero muy pocos
entienden que es lo que quieres y los que lo entienden no comparten tus ideales
del todo.
Al llegar a cierto número de
intersecciones, algunos te dicen que por fin tendrás la oportunidad de ser
tomado en cuenta para mejorar tu discurrir, que tú junto a otros por fin podrán
elegir si desean que las próximas banquetas que irás pisando sean sucias, con
obstáculos o en mal estado. Te emocionas, aunque haz escuchado que
las personas encargadas de mantener las
banquetas son designadas, que no siempre tienen las mejores intenciones e
incluso se corre el rumor de que pueden quitártelo todo si ellos quieren.
Ahora es tu turno de escoger cual de los “restauradores”
forjará tu camino, con alguno te irá peor que con otro, eso es obvio, has
escuchado que lo mejor es escoger al que te perjudique menos, pero luego
piensas, si me perjudica menos a mí, debe perjudicar más a otros. ¿Cual es el
sentido? Lo extraño de todo esto no es que ello suceda, pues desde que hay
memorias escritas o representadas a lo largo de las paredes del pasadizo, o a
través de los ecos de antiguas intersecciones se ha venido haciendo lo mismo.
Algun gran restaurador épico ya ha
intentado unificar a todos los que deambulan por este pasadizo que no se sabe a
donde terminará, pero no lo ha conseguido, es difícil lograr que la gran confusión
en que nos hallamos todos se aclare y unifiquemos un criterio, pues cada uno
piensa diferente y termmina por proponer algo diferente. Así ha ocurrido y
seguirá pasando, nunca ha cambiado nada, sólo la forma en que se nombra la
realidad, pero se te ha hecho creer que las cosas pueden cambiar si mueres por
tu causa o si apoyas la de otra persona. Nunca nadie te dijo que nunca nadie ha
conseguido el cambio total hacia la perfección social y de su unidad mínima el
humano. ¿Qué pasaría si alguien lograra que todos pensaran igual y se dirigieran del mismo modo? Esa es otra historia, en fin.
Aún más extraño es que los transeúntes del
callejón, se peleen entre ellos mismos apoyando a uno u a otro momentaneo pero
incómodo o negativo destino; Que crean que si no escoges a alguna de las
“opciones” para tu futuro eres un ignorante, pasivo y mediocre; Que crean que
la libertad y el dominio, “regulación” o control son todos aliados; Mi pregunta
y mi respuesta son: ¿Quién estará mal?, ¿El qué piensa y no hace las mismas
cosas que todos ó todos los que hacen las cosas mismas sin pensar?
AAA.
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